sábado, 17 de noviembre de 2012

EPD


  • El Amor tiene dos caras
El primer fragmento de película que vimos fue extraído del film “El amor tiene dos caras”. Los breves minutos que dura muestra como un profesor imparte una clase de matemáticas, llena de conocimientos. Tantos que tiene 6 pizarras y que ninguno de sus alumnos le está prestando atención.
Este tipo de enseñanza-aprendizaje es de ámbito formal, ya tiene lugar en una Universidad de Estados Unidos. El modelo que se puede observar es, indudablemente academicista. ¿Por qué este modelo y no otro? Muy sencillo. Para el profesor lo más importante son los conocimientos, incluso más allá de la actitud de su propio alumnado, que se supone que son los destinatarios de la clase y los que va dirigido. Su poco interés hacia ellos es tan grande que incluso imparte la clase de espalda a ellos.
Creo que este modelo, en este contexto es un tanto “inútil”, tanto docente como dicentes están malgastando el tiempo. El primero porque nadie les escucha (aunque a él eso parece importarle poco, y a los segundos porque todo lo que no están aprendiendo en clase, tendrán que recuperarlo de manera autónoma si quieren aprender y por supuesto aprobar). 

  • El amor tiene dos caras
Este segundo fragmento, en contra posición con el primero, es mucho más dinámico y ameno. La principal diferencia observable a simple vista con respecto al otro tipo de enseñanza, es que aquí el auditorio está lleno, incluso hay alumnos en las escaleras y de pie. Pero esto no queda aquí, sino que además muestran interés e incluso participan en la clase.
¿Qué modelo creo que es? Pues para mi en un primer momento fue cognitivista, aunque con un cierto toque humanista.
Lo relacioné de manera directa con el cognitivismo porque utiliza continuamente el aprendizaje significativo. Continuamente está haciendo referencia y alusión a situaciones de su vida, o a cuentos de hadas, con el objetivo que sus alumnos puedan relacionarlo de manera posterior con el material didáctico y les sea más fácil el estudio. Como dije anteriormente, tanto la docente como los dicentes están muy involucrados y participativos en la clase, y esa es una de las principales características de este modelo.
Como queda demostrado aquí no importa tanto el contenido sino la forma. Tanto es así que en un momento dice “Buenas respuestas, pero son demasiado intelectuales para mi”
Por otro lado no debemos olvidar el aspecto humanista que tiene. No hay mejor ejemplo de ello que la comunicación bilateral que mantienen. Es cierto que la profesora está continuamente haciendo preguntas, pero preguntas sencillas, banales, con el fin último de motivar al auditorio, de que sientan que ellos son parte de ese proceso enseñanza-aprendizaje.
Aquí el tipo de enseñanza es de nuevo formal.

  • Hitch
En este divertido fragmento de película se observa de manera clara como Will Smith, interpretando a Hitch, utiliza un modelo conductista. En primer lugar porque intenta que su aprendiz lo imite, y como ya sabemos esta es una de las principales características de este modelo, el “aprendizaje por imitación”. Por otro lado nos encontramos los refuerzos. Como refuerzo negativo encontramos cada vez que Hitch le da nociones a cerca de lo que no tiene que hacer, incluso llegando a decir “No vuelvas a hacer eso nunca”. Como refuerzo positivo encontramos que si hace todo lo que su profesor le dice, conseguirá una segunda cita con la chica en cuestión.
Este tipo de enseñanza, para mi que he visto la película, es no formal, ya que Hitch está haciendo su trabajo, es decir, recibe un dinero a cambio. No podría ser informal. Si no hubiera visto la película probablemente habría pensando que era informal, ya que es una situación en la que un amigo le da consejo a otro de cómo ligar.



  • La sonrisa de Mona Lisa
En un primer momento se nos presentó un fragmento en el que una profesora tenía su primer día de clase. La profesora en cuestión, como la mayoría de las personas que hacen algo por primera vez, sintió miedo. Su error no fue ese sentimiento, sino el hecho de no ser lo suficientemente fuerte como para que su alumnas no se percataran de ello. Tenemos que tener claro que todos somos vulnerables a cualquier tipo de situaciones, sobre todo a aquellas que son totalmente nueva para nosotros. Por ello es bueno siempre tener un plan alternativo, para aquellas situaciones que se sobresalen de nuestras posibilidad, y puedan hacer que perdamos credibilidad. Algo que creo que es muy importante también, es que no podemos permitir es que ese miedo nos repercuta negativamente, nos impida a avanzar. Hace tiempo escuché una frase que me impactó mucho, sobre todo como jugadora de baloncesto, y creo que se podría extraer muy bien como ejemplo. La frase dice así “Que el temor a fallar no te impida jugar”. Soy totalmente conciente que de no haberme arriesgado como lo hice (en mi caso con una pelota de baloncesto entre las manos), nada habría sido como fue. Mi recompensa y satisfacción personal habría sido mucho menor.
Volviendo al tema de la profesa, creo que hubiera sido importante antes de entrar en materia parase a conocer a qué se enfrenta. Cómo son sus alumnas, qué tipo de aspiraciones tienes, cuáles son sus objetivos…
¿Qué habría hecho yo si hubiera estado allí? Creo que en un primer momento morir. Después, y conociendo mi personalidad, creo que habría dado por terminado ese tema en concreto, me hubiera ido y al día siguiente (pensando en frío) habría tratado de hacer algo totalmente nuevo, que saliera de cualquier expectativas que mis alumnas tuvieran. Siendo claros, descolocarlas como ellas me descolocaron a mi.

  • La sonrisa de Mona Lisa
Poco después vimos como la profesora se dedicó hacer lo que debería de haber hecho antes de la primera clase. Estudiar y analizar a sus alumnas. Creo que para que haya un verdadero proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamental que las dos partes se conozcan. Sólo así el proceso podrá cumplir sus cotas más altas.
En la segunda clase la docente, como no, cambió de forma radical el modelo de aprendizaje, en el que empezó a lanzar preguntas sin respuestas, y haciendo que las propias alumnas de un comentario a otro cambiaran su forma de entender y de ver el arte. Diríamos que pasó de un academicismo a un sociocrítico mezclado con humanismo.
Creo que el aspecto fundamental para tacharlo de sociocrítico es la continua interacción que hay tanto entre la profesora y las alumnas, como entre las propias alumnas. Este debate, en el que tiene lugar una comunicación multilateral, es propio del modelo sociocrítico. Otro aspecto importante es que este modelo debe (al menos en parte) dotarnos de capacidad y análisis crítico. Claro ejemplo de ello es cuando dice “No hay respuesta incorrecta. Ni tampoco un libro de texto que os diga que pensar”.
En humanismo queda latente cuando la profesora se sienta, demostrando que ella y las alumnas están al mismo nivel.


Llegados a este punto veo fundamental la opinión personal a cerca de esta práctica. Realmente la tacho de alucinante, no me habría importado quedarme hasta las cuatro de la tarde, la verdad. Creo que no hay nada mejor que aquellas clases en las que nos hacen pensar, reflexionar, que se produzcan enfrenamiento de opiniones e ideas. Además de esto, mi mejor momento es cuando me doy cuenta de que nuestra mente (en este caso la mía, claro está) no tiene límites, y a que algo tan sencillo como un fragmento de película que dura a lo sumo 3 minutos, que antes nos había parecido como mucho simpático y gracioso, ahora puede hacernos pensar durante horas.

Tal vez sea porque me considero partidaria de los modelos cognitivistas y sociocrítico principalmente, pero este tipo de clase son las que realmente creo que nos hacen aprender.

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