martes, 18 de diciembre de 2012

Creatividad


La clase de hoy ha sido un tanto especial, para no romper con la rutina. De nuevo, nos ha sorprendido. Todos pensábamos que en esta clase utilizaríamos un modelo de aprendizaje basado principalmente en el academicismo. Pero no, nos equivocábamos.
Que tu profesora de didáctica de 1º de un Doble Grado llegue y te pida dibujar una casa, es algo tan extraño como divertido. ¿Quién va a elegir una clase “pestiño” llena de contenidos, en vez de dibujar una casa? Siempre es bueno recordar viejos tiempos…
Pero como todo lo que hacemos en esta asignatura, no podemos quedarnos en los actos, sino que vamos más allá. Con esta mini actividad sacamos a la luz un concepto fundamental para nuestra profesión, la creatividad. Antes de ver la importancia que tiene para un trabajador social, hablaremos un poco de ella. El siguiente vídeo puede ser ilustrativo.
Antes de nada, y aunque el señor Camacho diga que “todos tenemos una inteligencia creativa”, creo que hoy ha salido a la luz en clase, que de ser así, la tenemos muy escondida. Tanto que es inapreciable. Pero bueno, podemos trabajarla.
Volviendo a la creatividad, tenemos que decir que aunque en clase no haya quedado muy demostrado, es cierto, todos tenemos la capacidad de ser creativos. Además y según autores como Chomsky “una de las concepciones de educación es creatividad” por tanto, es una capacidad que se aprende, y siguiendo en su línea añade que la creatividad viene dada por el sistema educativo.

La creatividad es una herramienta esencial en cualquier ámbito, ya sea educación, música, pintura, peluquería, fontanería o cocina. No sólo son creativos los genios mundialmente conocidos.  Sin ir más lejos, jamás he estado en una clase más creativa que en la de didáctica. Ejemplo de ello fue el día que estuvimos habiendo el “payaso” para hablar en público.

Para ser creativo además es esencial que encontremos nuestro “elemento”, es decir, ese espacio, ámbito o trabajo en el que nos desenvolvemos como peces en el agua, algo que nos haga estar vivos, que no podamos dejar de pensar en ello, y que no nos cansemos de probar cosas nuevas y rompedoras. No todos podemos ser creativos en lo mismo, ya que no a todos nos aficionan las mismas cosas.

Como hemos dicho no podemos ser creativos en todos los ámbitos. Para que la creatividad fluya tenemos que en un primer momento estar motivados. La motivación es el deseo que nos impulsa o retira de hacer algo. Por tanto, estar dentro de nuestro “elemento” nos impulsará de manera desenfrenada a tener nuevas ideas, proyectos y pensamientos. En un segundo lugar tenemos la pasión. Fundamental.
Aquí se me viene a la mente un ejemplo claro de “elemento-motivación-pasión”, aunque en este caso, yo hablaría de que la motivación y la pasión rozan la locura. El ejemplo es mi hermano.
Aquí os muestro un video en que se puede ver claramente hasta donde llega su creatividad… No todo el mundo va a Barcelona para tirarse de un tejado 32 de veces…
Sigamos con más herramientas necesarias para la motivación. Las dos que nos quedan son: práctica/técnica y riesgo. No debemos olvidar jamás que debemos correr riesgos, ya que la equivocación es a veces la única manera que tenemos de descartar lo que no nos interesa.  Muchas personas no permiten que su creatividad fluya por miedo. Y esto es un grave problema, ya que de los errores se aprende.
No debemos olvidar la influencia que puede ejercer nuestra familia en nuestra creatividad. Es lógico que todos los padres deseen que sus hijos estudien y consigan tener unos estudios universitarios, sin embargo esto no es muy adecuado cuando en los estudios no somos capaces de encontrar nuestro elemento. Todas las personas no sienten ni motivación ni pasión por estudiar una carrera universitaria, por tanto, ¿por qué iban a hacerlo? Por mucho que a nuestros padres les cueste creerlo, la felicidad no está en terminar con un grado. Cada uno tenemos un lugar en el mundo, y su función es que encontremos ese lugar.

Ahora hablemos un poco porqué la creatividad es tan importante para el trabajador social. Pues fundamentalmente porque debemos tanto ser creativos con nosotros mismos y con todas las actividades que llevemos a cabo, como ser capaces de fomentar la creatividad de las personas con las que trabajemos, ya que como dije anteriormente, la creatividad se aprende.

¿Qué tiene que ver todo esto con los contenidos estudiados en otras clases? Muy sencillo. Debemos ser creativos en desarrollar nuestro programa de intervención social, ser creativos a la hora de plantear unos objetivos y unos contenidos.

Crítica personal de la clase: desde un primer momento sin palabras. Creo que día a día nos sorprendes más, y la consecuencia de ello es que estemos atónitos escuchándote. Clases como la de hoy alegran el día a cualquiera. Es fundamental lo que haces: mantener el equilibrio. Damos los contenidos que están en la guía, pero además nos motivas y nos animas a que las clases sean participativas (aunque no hablemos. Creo que no lo hacemos porque necesitamos un tiempo para procesar toda la información que nos das).










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